Un trenecito sale de la estación de Saint-Denis Université a las 05.00AM horas. A esa misma hora sale otro trenecito de Châtillon-Montrouge. Ambos a la misma velocidad (100km/h) y sin efectuar paradas. Ambos por la misma vía. Ambos colisionan al cabo de 20 minutos a la altura de la estación de Invalides.
Desde la estratosfera se puede ver la cortina de humo que ha provocado la colisión en pleno centro de la ciudad. Es la mayor tragedia que ha sucedido en el metro de París desde 1903.
La gente que estaba durmiendo a la hora del accidente sintió como si estuviesen sentados en una mecedora en lugar de en su incomoda cama de látex. Hay quien pensó en un atentado islamista, otros en una nueva espiral de violencia callejera, y los más ancianos sintieron un tabardillo al recordar los bombardeos de la ocupación alemana durante la segunda guerra mundial.
Nadie pensó en el Plancton.
En el devaneo en que se sumió la zona, los corresponsales de la prensa y radio local, los post en los blogs de gente que describía lo sucedido al verlo desde su ventana, y las conexiones en directo de cadenas de tv internacionales, nadie reparó en el plancton.
El Plancton distingue a los seres vivos de los que no lo son. A aquellos que nadan en la corriente de aquellos que se dejan arrastrar por ella. El plancton distingue a quien cogió el metro aquel día de quien decidió cogerse cinco minutitos mas. El Plancton reivindicó lo sucedido, en silencio.
Ese día de Noviembre las aguas sobre la estación de Invalides hirvieron, sangre, aceite, gasoil y fuego quemaron miles de seres vivos. Muchos millones más de los que perecieron (ninguno) en la brutal colisión de dos trenes de metro vacios conducidos por el piloto automático.
Ese día comenzó la revolución de los callados.
las palabras que H(AE) tenia que usar eran:
S: trenecito.estratosfera.plancton
R: mecedora.tabardillo.devaneo